Las intervenciones que se proponen en este trabajo van por el camino de la integración ambiental de nuevos usos y del respeto a las zonas verdes, garantizando el uso por parte de los diversos colectivos que empiezan a visitar el parque.
Teniendo en cuenta la morfología del lugar, se ha llegado en primer lugar a una zonificación en la que posteriormente se han implantado unos usos. Un factor a destacar ha sido la presencia de perros, los cuales acuden diariamente, existiendo un gran grupo de personas que visitan el parque con sus mascotas. Este factor provoca que se piense la distribución de usos desde el punto de vista de la compatibilidad entre usuarios.
De esta manera, se mantiene el uso con perros sueltos en la parte baja del parque, más alejada de la zona principal, creando a mayores un área canina delimitada, donde los perros podrán estar vigilados y tendrán dos zonas cubiertas para la gente y un estanque propio para perros, además de un circuito agility. La implantación de estos nuevos usos parte de una demanda ciudadana, a través de unos talleres participativos llevados a cabo por el Concello.
El cometido de este proyecto es incluir las propuestas y darles forma, creando también una señalética general que permita a los visitantes y usuarios orientarse y tener claras las normas de uso del parque. Se incorpora una gran masa de vegetación autóctona, basada fundamentalmente en retama y tojo, ya existente en la zona antes de la aparición del vertedero, ayudando a la naturalización del terreno de relleno y reforzando el carácter natural del parque.




Colaboradores:
-Alba González
-Vanesa Veira
-Ander Bados
-Antonio Antequera
-Andrea Ricoy
-Rubén Ulloa
Construcción:
-Althenia
Premios
-Selección para los premios COAG XVIII en la categoría «Deseño Urbano, Planeamento e Paisaxe»