Un ente extraño está en la ciudad. Un elemento ajeno a nosotros ha emergido en el patio de la Escuela de Arquitectura.
Ha venido para apartarnos y protegernos del peligro que nos acecha.
Después de 5 años de carrera vemos como solamente somos arcilla que moldear. Nos han preparado para ser trabajadores de un arte que no sabe definirse, o que si sabía, ha perdido el sentido.
Vamos a construir un refugio efectivo, algo que nos cobije, que nos de sombra y nos aleje de las arenas movedizas, de un futuro incierto; que sea nuestro campamento base.
Vamos a construirlo en grupo, compartiendo nuestra experiencia. Será un claro ejemplo del saber de todos, algo ajeno para los demás, que poco a poco acabará por ser acogido en nuestro paisaje.
Nuestro cometido es resguardarnos del suelo, definir un espacio de tranquilidad y de reunión, tocar los materiales y explorar la realidad de la cual sólo hemos visto la teoría.
¡Es la hora de coger las herramientas y lanzarse a construir!